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El Cielo y el Infierno

Nuestros hijos muchas veces viven en el cielo y en el infierno al mismo tiempo, por un lado, les decimos que los amamos, que son el motor de nuestra vida, nuestra razón de vivir, etc., Pero que sucede cuando debemos disciplinarlos, ¿cuándo cometen un error o expresan su ira? Ya saben en ese momento donde hacen algún berrinche, si aquel momento donde se comportan como lo que son, unos niños.

Imagina un delincuente común que roba un celular, ¿Qué sucede con él? Acaso las leyes no lo llevan escoltado, con el rostro cubierto, protegiendo su identidad, si alguien quiere hacerle daño, los policías lo cuidan, y lo llevan en patrulla a su destino y hasta le proporcionan un abogado sin gastar un solo centavo para que lo defienda. Estamos de acuerdo, ¿verdad?

 Que pasa cuando nuestro hijo comete un error, digamos que no logro mantener la calma ante la burla de uno de sus compañeros y responde dándole  un golpe, como es obvio de la escuela te llaman, y después de darte las quejas y de casi rogar a la directora que no lo expulsen, te lo llevas a casa. 

Muerto de la vergüenza te subes al auto, y vas hablándole al niño y le dices que te ha decepcionado, que es un niño malo, que eso no se hace y que tendrá un castigo ejemplar, mientras manejas a casa, te llama tu mamá y le cuentas todo lo ocurrido y de cuando en cuando miras por el retrovisor, recalcándole lo malo que es al pegarle a un compañero de la escuela, y del mal rato que acabas de pasar por su culpa, que es un mal criado. Y tú querida mamá te da un buen consejo, y en casa aplicas lo aplicas. Y le pegas 3 veces a tu hijo con el cinturón, y vuelves a repetirle lo malo que es, y que está castigado además sin poder hacer aquello que tanto le gusta. Y aparte le damos una advertencia, si vuelve a repetirse, ay de aquel día porque le aplicarías un castigo peor.

 He visto como individuos se bajan del auto a pegarse por un choque en las vías, y no he visto a sus madres agarrarlos de la oreja, o peor aún a un policía dándole su buena paliza a un delincuente porque los derechos humanos saldrían a su defensa, no veo a un ente internacional estableciendo normas de cuidado y seguridad de los niños, veo mejores tratos para una persona que comete un delito que para un niño.

Es que jamás trataríamos a un adulto con la misma dureza que hacemos regularmente con un niño, y el niño al que tantos mimos y palabras bonitas le dijimos en la mañana, hoy después de portarse mal, se ha convertido en un incorregible, en la oveja negra de la familia, es que siempre haces todo mal, siempre te equivocas, de seguro mañana lo vuelves hacer.

Es que desestimamos el poder las palabras, encima de que los queremos corregir con violencia física, adicionalmente les decimos algo que determinará su futuro y el de todo un país para siempre, “te pego porque te amo” normalizando de esta forma la violencia. Porque si te pega, es porque te ama. ¿Verdad? o cómo era. O quizás me ama y si me pega es porque me lo merezcco. 

Quiero mencionarles algo más, para ir uniendo los puntos de este artículo con datos da la violencia en Ecuador.

“Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), 65 de cada 100 mujeres sufrió algún tipo de violencia (física, sexual, psicológica, patrimonial)”.

De acuerdo a varios estudios, casi el 40% de los niños, niñas y adolescentes recibe un trato violento por parte de sus padres.

El maltrato físico lo padecen tanto niñas (42.2%) como niños (45.3%), pero son las niñas (61.8%) y los niños (56.9%) de 2 a 4 años quienes reciben más castigos físicos que otros grupos de edad.

Diversos estudios en psicología han señalado que el castigo es válido para corregir el comportamiento inmediato, pero no varía la conducta a largo plazo. Según estas investigaciones, es probable que logremos acabar con eso que estén haciendo mal rápidamente, pero sin lograr interiorizar nada de la experiencia.

 El castigo físico afecta negativamente el desarrollo

Menor desarrollo cognitivo, lo que puede generar problemas académicos a largo plazo, dificultando el aprendizaje de las niñas y los niños. Problemas de salud mental, como depresión y ansiedad en la adolescencia y la adultez. El castigo físico o psicológico no elimina el comportamiento indeseado, sólo lo suprime en presencia de la persona que lo aplica. El niño castigado asocia el castigo con quien lo ejecuta más que con la conducta inaceptable; con lo cual evitará y rechazará a quien lo castiga en vez de cambiar su actitud.

CONFIANZA = su hijo no es un manipulador que busca acabar con su paciencia. El quiere aceptar sus órdenes solo que no sabemos dar una órden.

AMOR= Muéstrele con hechos el amor que le tiene, y amelo por quien es, “su hijo” no por lo que hace.

RESPETO = Trate a su hijo como le gustaría que a Ud. Lo traten. No se burle de el y tome en serio sus problemas.

 No es sencillo para muchos mantenerse atento a lo que pasa en su entorno, a veces el sentido común NO ES el sentido más común que tenemos las personas.

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